jueves, 30 de abril de 2015

Querido diario: a mediasss

2015    

  Escribo en mi rincón preferido, donde he pasado los momentos más turbios de mi vida, el lugar que mi madre cree estar maldito, y por el que en ocasiones he sido señalada. En cambio, por alguna extraña razón me encanta estar aquí, me hace sentirme viva y a la vez segura, un lugar donde nadie me molesta.
   Hace mucho frío, un frío húmedo que me estremece, que se cuela entre mis huesos y me pone la piel de gallina. Donde estoy no hay casi luz, apenas se reflejan en mi pantalla unos rayos de sol filtrados por las rendijas de la persiana. Escucho el susurro del viento, golpeando fuertemente la ventana. Fuera parece estar todo tranquilo, es como si aquí dentro estuviera protegida del mundo por una enorme membrana de cristal finísimo, por donde se cuela el frío haciendo más limitados mis movimientos. "No estoy bien, ni mal, eso es lo que más me inquieta, que no estoy". Pero sé donde encontrarme, basta con levantar la mirada y ver mi imagen reflejada en el espejo, automáticamente esbozo una sonrisa, recuerdo quién soy, alguien que tiene la no limitación como límite. 
   Me admiro ante el espejo, puedo ver como sonríen mis ojos rasgados, como mi larga melena rubia me cosquillea la espalda, y es cuando bajo la mirada, me quedo perpleja observando mi silueta. Puedo ver como se va delineando, observo intentando encontrar las mejorías del gimnasio, y me quedo exhausta viendo como mis glúteos están más definidos y fuertes, como mis senos se marcan con el cuello vuelto. "A veces,

Alguien que aspira a mejorar lo que era antes.

Querido blog:

   Tengo 19 años, he vívido muchísimas experiencias, experiencias que quizá empecé a experimentar demasiado pronto, pero esas mismas experiencias son las que hoy me han convertido en quién soy. Por muchas veces que pensara que se acababa el mundo, seguía adelante, porque sabía que el día de mañana sería alguien importante, alguien de quien nadie se avergonzara.
  A lo largo de mi vida me he dado cien golpes, de los cuales me he levantado el doble.
Quizá he derramado muchas lágrimas, pero hace tiempo que mis ojos se secaron. Una frase que oí hace tiempo decía "Si lloras porque no puedes ver el sol, tus lágrimas no te dejaran ver las estrellas" y desde entonces parece ser que me lo he tomado al pie de la letra. Ya no lloro, ahora sólo sonrío, me levanto y sigo adelante.
  Lo que verás a partir de ahora, soy yo, ni más, ni menos. Es mi historia, mi pasado, mi presente, y será mi futuro.
Y contaré aquellas cosas que pueden parecer incrédulas, pero que son ciertas. Cosas, que una niña no debería de haber vivido, cosas que me han hecho crecer, errores de los que he aprendido.

  Y si queréis saber quién soy, decir que yo soy alguien, alguien que es nadie, pero ese "nadie" existe. Soy una hormiga en este gran mundo, una persona en mi país, una joven en mi ciudad, una niña querida por mis amigos y familiares, en fin, una persona con sus experiencias, defectos y virtudes. En definitiva, alguien más con una historia que contar.